El yoga es un elemento regulador en el funcionamiento del ser humano, lo cual debería llamar la atención de todos aquellos interesados en una vida plena y vinculada al bienestar físico y mental.
Etimológicamente el yoga significa unión, ya que la meta del yoga es la unión de la conciencia con el principio Absoluto. El yoga es una ciencia empírica que purifica nuestro cuerpo y nuestra mente, liberándonos de todas las perturbaciones, una ciencia en donde ciertas personas han tratado de sondear los misterios de la mente, del intelecto, de las emociones, del sufrimiento y de la vida.
Esta práctica enfoca tres dimensiones del ser humano: física, mental y espiritual. El Yoga ayuda a potenciar la vitalidad, fortalecer y flexibilizar el cuerpo, fomentar los pensamientos positivos, reducir la ansiedad y el estrés, mejorar la respiración, la circulación sanguínea y la postura, controlar el peso, entre otros beneficios.
Elegir el mejor tipo de Yoga para tí
Hay diferentes tipos de yoga, cada uno orientado a necesidades específicas y de acuerdo con las capacidades físicas de los participantes. Lo ideal es consultar con los maestros y determinar con ellos cuál es la mejor alternativa.
Por ejemplo, existe el power yoga o el hot yoga, los cuales son intensos y demandan mayor esfuerzo. Mientras que el ivengar yoga es más relajado y menos exigente a nivel físico.
El Yoga no es igual que la olongación
En el yoga se ve y se trata al cuerpo como una totalidad, entonces en cada postura todo está integrado: la cabeza, los pies, las manos, los brazos, todo. Con las posturas se trabaja un centro en particular pero se da atención a la totalidad del cuerpo. Elongando se trata a cada músculo por separado con el objetivo de elongarlo, estirarlo, descontracturarlo, pero no más que eso.

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