¿Qué es una depilación definitiva?
Con el avance de la tecnología se creó la depilación definitiva, que es una manera de quitarse los vellos del cuerpo de una manera que no volverán a crecer más. Los metodos más usados en estos días son depilación a láser y depilación eléctrica.
¿Cómo son estas técnicas?
Depilación a láser |
Depilación eléctrica: esta técnica consiste en una pequeña aguja dotada de un mini electrodo que se desliza por cada vello. El especialista activa una descarga eléctrica que permite destruir el bulbo piloso impidiendo que éste vuelva a crecer. Es un método largo: en una sesión sólo se puede tratar una pequeña zona y aunque haya progresos, siempre se corre el riesgo de dejar una pequeña cicatriz.
Depilación láser: Puesto a punto hace unos diez años, los láseres han ido sustituyendo progresivamente la depilación eléctrica. Son más rápidos y permiten tratar una gran superficie como las piernas, por ejemplo, con resultados satisfactorios. El láser produce un haz de luz que es absorbida por los puntos oscuros, en esta ocasión el vello, y lo destruye junto al bulbo. El mismo principio del método indica que este tratamiento se adapta particularmente bien a mujeres con piel blanca y vello oscuro.
¿Se puede eliminar el vello en una sesión?
No. La vida del vello consta de tres etapas: nace, crece y después, adquiere un estado estacionario antes de morir y de ser reemplazado por otro vello.
Evidentemente, los vellos no están sincronizados: cada vello desarrolla su ciclo de vida independientemente al resto. Tras una primera sesión de láser, la mayoría de los vellos que estaban en fase final se eliminan, pero para el resto hay que esperar dos meses antes de asistir a una nueva sesión. En piernas y axilas, es suficiente con recibir entre 3 y 5 sesiones para obtener un resultado satisfactorio. El vello del bigote, como es más fino y el ciclo piloso más rápido, necesita entre 5 y 10 sesiones.
¿Los resultados son definitivos?
Aunque los resultados de esta técnica son impresionantes, no permiten una depilación total y definitiva. Aunque el láser elimina un gran número de vello, no consigue terminar con todos. En el mejor de los casos, al terminar un tratamiento, el 80% del vello no volverá a crecer.
Además, no está demás saber que el láser no te libra de un posible brote de vello vinculado a la edad. De hecho, la menopausia y los cambios hormonales pueden tener consecuencias sobre la pilosidad.
¿Es doloroso?
Un poco, pero es soportable. El dolor que genera el láser es similar al de una depilación con cera, aunque la depilación del labio superior es particularmente dolorosa, ya que esta zona es muy sensible y reactiva. En cuanto a las axilas y las ingles, la intensidad del dolor es mayor que el de las piernas, ya que en estas zonas del cuerpo la cantidad de vello por mm2 es muy elevada.
¿Cuáles son las contraindicaciones?
El sol es el enemigo número 1 del láser: para evitar cualquier riesgo de despigmentación, se desaconseja iniciar un tratamiento si acabas de volver de vacaciones y tu piel está bronceada.
Después del tratamiento, tienes que esperar al menos un mes antes de volver a tomar el sol, ya que la piel está frágil y pueden aparecer manchas oscuras. También debes evitar el láser si sigues un tratamiento con medicamentos fotosensibles.
¿Dónde recibir el servicio de depilación?
Acude a un dermatólogo, de esta manera seguirás el tratamiento bajo control médico. Además, estos especialistas están acostumbrados a utilizar el láser. Sólo los médicos pueden manejarlo: los salones de belleza que ofrecen una depilación definitiva no utilizan un láser sino una lámpara.
Aunque los resultados no sean los mismos (la lámpara no impide que el vello vuelva a brotar), los riesgos de quemadura son muy posibles.
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