1. Al comer, intente consumir alimentos que no recarguen a su hígado, ya que éste fabrica la enzima que digiere el alcohol y cuando está sobrecargado produce una toxina que causa dolor de cabeza. Horas antes de beber, ingiera un jugo de remolacha y ajo para la limpieza hepática, además de alimentos como pescado y aceite de oliva extra-virgen. Como mínimo, ponga una cucharadita de aceite en un plato, póngale un toque de sal y cómalo con pan.

3. Consuma alimentos de fácil digestión para aligerar la carga del organismo, ya forzado a procesar el exceso de alcohol. "Para reducir los efectos de la resaca opte por una alimentación liviana, pobre en grasas, rica en frutas, vegetales y líquidos", dice la nutricionista Honda. Incluya en el menú galletas livianas y panes salados. El alcohol aumenta la acidez e irrita la mucosa estomacal; los alimentos salados y secos desaceleran la producción de ácido, y también le dan fuerza al hígado para procesar las toxinas del alcohol. Olvídese, en cambio, de la salsa blanca, los quesos amarillos y las frituras.
4. Por donde pasa, el alcohol causa problemas. En el cerebro, actúa sobre las neuronas, primero causando desinhibición y luego aletargamiento- Cinco horas después de la ingesta de alcohol las células cerebrales comienzan a recuperarse, pero quedan muy sensibles; por eso la luz y el ruido molestan tanto. Al día siguiente los daños aún no están reparados, y por eso es tan difícil recuperar la concentración. Descanse: mamtemga la luz apagada, las cortinas cerradas y quédese en cama. En momentos así lo que pide el cuerpo es descanso.
5. Algunas hierbas ayudan a renovar las células hepáticas y acelerar el proceso de desintoxicación. Los tés de hierbas (sin cafeína) facilitan el proceso. La jugos que mezclan naranja y limón ayudan a reponer las fuerzas del organismo, así como la mezcla en la licuadora de maracuyá (parchita), agua de coco y jengibre, da como resultado un jugo sabroso y al mismo tiempo liberador de los síntomas de la resaca. Otra combinación ideal es la de naranja, ananá (piña) y zanahoria. Cualquiera de los jugos aquí mencionados será el complemento perfecto del descanso posterior a una noche de tragos.
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