
- Cuando haya congestión de tráfico y observamos que la cosa va para rato, lo mejor es parar el motor.
- Las aceleraciones y las frenadas fuertes, así como cambiar de marcha cuando no procede hacen que el consumo aumente.
- Abusar del aire acondicionado también castiga al coche. Seguro que más de uno ha tenido que apagarlo en alguna cuesta porque nota que el vehículo se queda a medio camino, una sensación que no es muy agradable.
- Tampoco es aconsejable llevar las ventanillas bajadas por temas de aerodinámica (crea resistencia al aire).
- Hacer una correcta revisión del coche, como por ejemplo los neumáticos, es de vital importancia.
- No coger el coche para trayectos cortos ¡El transporte público o hacer un poco de ejercicio (sobre todo para los que tienen un puesto de trabajo más sedentario) son alternativas que también existen!
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